La noche volvió a teñirse de violencia con un ataque a balazos que estremeció a toda la comunidad. Una mujer y su hijo de ocho años fueron asesinados en una balacera en Guadalupe afuera de su casa en la colonia Cañada Blanca. El hecho ocurrió a unos metros de su domicilio, en un punto donde vecinos suelen estar en la banqueta debido a las altas temperaturas.

Desde los primeros reportes, la escena se describió como caótica. Sirenas, gritos y una fuerte movilización policial rodearon la zona durante varios minutos. Aunque paramédicos llegaron rápido, nada pudo hacerse para salvarles la vida. Este caso reabre el debate sobre la seguridad en Guadalupe, especialmente en zonas donde la presencia del crimen ya ha generado preocupación.
La noche avanzaba con normalidad hasta que personas armadas llegaron y abrieron fuego sin previo aviso. Después del ataque, la colonia quedó inmersa en el silencio acostumbrado cada vez que ocurre una tragedia similar: ventanas cerradas, puertas aseguradas y vecinos temerosos observando solo desde lejos. El delito sigue sin esclarecerse y, por ahora, la investigación continúa abierta.
Balacera En Guadalupe Deja Dos Víctimas
Francisca, de 32 años, y su hijo Antony, de 8, estaban afuera de su vivienda en las calles Concepción del Oro y Noria de los Ángeles cuando fueron sorprendidos por los disparos. Según los primeros datos, no hubo discusión previa ni advertencia: únicamente la llegada repentina de los agresores.
En cuestión de segundos, el ataque los dejó gravemente heridos. La reacción de los vecinos fue inmediata y algunos intentaron pedir ayuda mientras otros buscaban refugio para no quedar en medio del fuego. Los paramédicos trasladaron a las víctimas a la Cruz Verde Fuentes de San Miguel, donde finalmente se confirmó que no presentaban signos vitales.
La noticia se extendió con rapidez y, conforme avanzaba la noche, cientos de comentarios en redes se centraron en el miedo y la frustración que vive la comunidad. Para muchos residentes, este episodio es un recordatorio de que la violencia sigue golpeando incluso en los lugares más cotidianos.
Mientras tanto, el área quedó acordonada por elementos municipales y estatales. Los peritos localizaron manchas de sangre y un casquillo de arma corta que formará parte del expediente. Aunque la evidencia es escasa, se mantiene la esperanza de que pueda contribuir a identificar a los responsables.

No Hay Detenidos Por Balacera En Guadalupe
Hasta ahora, no hay detenidos ni líneas de investigación oficiales. Las autoridades solo han mencionado que se trabaja para esclarecer el móvil del ataque. Sin embargo, la falta de información genera incertidumbre entre los vecinos, quienes temen que se trate de un caso que vuelva a quedar sin resolver.
Conforme avanzan las primeras horas de la investigación, se realizan entrevistas con vecinos y se revisan cámaras del sector. Aunque no todas las viviendas cuentan con videovigilancia, hay establecimientos y puntos municipales que podrían aportar información clave.
Este tipo de ataques sigue preocupando a las familias de Cañada Blanca, que aseguran sentirse vulnerables ante la presencia constante de grupos delictivos en zonas residenciales. Muchos vecinos comentan que, pese a los operativos recientes, los hechos violentos no han disminuido como esperaban.
Asimismo, la zona permanece con patrullaje reforzado durante la madrugada y la mañana posterior al ataque. Aunque estas medidas son temporales, los residentes esperan que las autoridades mantengan la presencia policial para evitar nuevos episodios similares.
Vecinos Piden Más Seguridad Inmediata
Tras la tragedia, la colonia Cañada Blanca volvió a levantar la voz. Los habitantes reclaman más rondines, iluminación adecuada y puntos de vigilancia permanente. Aseguran que no es la primera vez que ocurre un hecho violento en ese sector y que cada caso aumenta el temor de pasar tiempo fuera de sus hogares.
Los residentes han comentado que en las noches se escuchan detonaciones con frecuencia y, aunque llaman a emergencias, en ocasiones los patrullajes tardan en llegar. Este sentimiento colectivo de desprotección se intensificó tras la muerte de Francisca y Antony.
Además, algunos testimonios indican que el movimiento de autos sospechosos es constante y que los habitantes aprenden, poco a poco, a reconocer cuándo hay riesgo. Aun así, nadie imaginó que un ataque así ocurriría frente a una vivienda familiar.
De igual forma, la historia causó indignación en redes sociales, donde cientos de usuarios recordaron que los menores son las principales víctimas colaterales de la violencia. Para muchos, este caso refleja la urgencia de replantear las estrategias de seguridad en Guadalupe y sus alrededores.
Array






