Pese a los reiterados intentos de desmentir, reportes oficiales confirman que el agua de la presa El Cuchillo, clave para el abastecimiento de Monterrey, ya está siendo utilizada para cumplir con compromisos internacionales con Estados Unidos. Esta decisión, tomada en acuerdos recientes, ha generado molestias por la falta de claridad y por el posible impacto en la seguridad hídrica local.
La Presa Ya Está En El Informe De Entregas
El embalse, que hasta hace poco no formaba parte de las fuentes utilizadas para cumplir con el tratado internacional de 1944, ya aparece en los reportes técnicos del organismo binacional encargado de monitorear el cumplimiento del acuerdo. En el ciclo actual, que termina en octubre, se han contabilizado 79.2 millones de metros cúbicos provenientes del Río San Juan.
Esta cifra equivale a casi el 70% de lo entregado por México en el último año del periodo vigente. El cambio en las condiciones se dio tras un documento firmado a finales del año pasado, donde se autoriza el uso de este afluente para saldar parte del adeudo con el país vecino del norte.
Aunque el tratado original no incluía al Río San Juan, la nueva disposición ha permitido aprovechar su caudal, lo que ha encendido alertas entre diversos sectores, especialmente por tratarse de una fuente que alimenta directamente a la capital de Nuevo León y sus alrededores.
Liberaciones De Agua Sin Consulta Ciudadana
En los primeros días del año, se realizó un desfogue de 134 millones de metros cúbicos desde esta presa, sin que se informara públicamente del destino final del agua. Esa cantidad representa más de un año de consumo para la zona metropolitana, en condiciones normales de operación.
Días después, se confirmó que parte de esa agua se utilizó para cumplir con el déficit acumulado del tratado. Esta decisión se tomó sin mecanismos de consulta ciudadana, sin transparencia y sin estrategias de mitigación, lo que ha causado indignación ante el riesgo de una nueva crisis hídrica.
Además, recientemente se solicitó liberar aún más agua del mismo embalse para enviarla a agricultores del sur de Estados Unidos, una medida que provocó rechazo en comunidades agrícolas del noreste de México.
Sector Rural Alerta Por Riesgo De Desabasto
Representantes del sector agropecuario han denunciado que el agua utilizada para cumplir con el tratado proviene directamente de los desfogues realizados este año. El temor de que se sacrifiquen fuentes clave para el abasto humano y la producción nacional ha sido expresado con fuerza, sobre todo ante la posibilidad de nuevos envíos en los próximos meses.
El escenario actual se considera preocupante: mientras el país ha entregado apenas el 29% del volumen total acordado para el periodo 2020-2025, ya se están usando fuentes sensibles que antes no habían sido tocadas. A esto se suman más de 21 millones de metros cúbicos aún no contabilizados, lo que podría aumentar la presión sobre la presa.
Gobierno Evade Responsabilidad
Las autoridades locales han sostenido que el embalse no está incluido en el tratado, aunque han admitido que el nuevo acuerdo firmado recientemente cambió el panorama. Las respuestas han sido evasivas, sin asumir de manera clara el impacto que estas decisiones podrían tener en la población.
Durante los últimos cuatro años, el Río San Juan no figuró como fuente de cumplimiento del tratado internacional. La inclusión en este nuevo ciclo marca un giro preocupante en la política hídrica nacional, donde se privilegian los compromisos internacionales por encima del derecho al agua de millones de personas en el país.
La falta de coordinación, la escasa comunicación con la ciudadanía y la ausencia de alternativas reales alimentan el descontento social, especialmente en una región que ya ha vivido restricciones severas en el pasado reciente.
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