- Las Partículas Contaminantes Rebasan Los Límites Permitidos
- Las Lluvias Ya No Son Suficientes Para Contener La Crisis
La capa gris de contaminación volvió a extenderse sobre Nuevo León, reflejando una vez más la mala calidad del aire en la zona metropolitana. Las partículas PM10, PM2.5 y el ozono superaron los límites establecido vuelven a afectar a miles de habitantes. Mientras la crisis de contaminación persiste, el gobernador Samuel García continua dándole mal uso al impuesto verde que pagan las empresas ya que la ciudadanía no ha visto respuestas al daño ambiental.

Las Partículas Contaminantes Rebasan Los Límites Permitidos
Durante la jornada, la calidad del aire en Nuevo León alcanzó niveles preocupantes. La situación fue provocada por los tres contaminantes más comunes en la región: PM10, ozono y PM2.5.
Una inversión térmica provocó que una densa capa gris de contaminación permaneciera baja sobre la ciudad. Esto impidió la dispersión natural de los contaminantes y favoreció su acumulación en zonas habitadas.
Según los datos de las estaciones de monitoreo ambiental, casi todas las estaciones rebasaron los valores límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana. Únicamente la estación “Centro” no superó los parámetros para partículas PM10.
Cadereyta Y Escobedo, Entre Los Más Afectados
La presencia de partículas PM10 fue más intensa durante la mañana y el mediodía. Más tarde, el contaminante predominante fue el ozono, cuyos niveles alcanzaron la categoría de “muy mala calidad del aire” en el municipio de Cadereyta.
Por su parte, las PM2.5, consideradas las más peligrosas para la salud, también rebasaron los límites permitidos. Esta situación se registró en al menos tres estaciones ubicadas en Escobedo, Juárez y Cadereyta.
Estas partículas son capaces de ingresar al sistema respiratorio y al torrente sanguíneo, provocando enfermedades crónicas, sobre todo en personas con padecimientos previos o con baja inmunidad.
Estaciones Con Fallas Y Falta De Datos Fiables
Pese a la gravedad del escenario, algunas estaciones presentaron fallas en el monitoreo, algo que se ha vuelto cada vez más frecuente. San Juan, San Bernabé y Apodaca no arrojaron datos sobre partículas PM2.5. El gobierno estatal debe preocuparse por corregir estas fallas para que la ciudadanía esté bien enterada de las alertas ambientales.
Esta falta de información impide tener un panorama completo del problema, dejando zonas sin vigilancia activa en momentos críticos. Esto también limita la capacidad de respuesta y prevención. Por otro lado, la estación UANL registró la mayor concentración de PM10 con un total de 164 microgramos por metro cúbico, casi el triple del límite diario permitido, que es de 60.
Las Lluvias Ya No Son Suficientes Para Contener La Crisis
Las lluvias registradas durante septiembre y la primera quincena de octubre ayudaron temporalmente a limpiar el ambiente. Sin embargo, la bonanza duró poco. Con el regreso de la temporada seca y la ausencia de vientos, los niveles de contaminación se han disparado nuevamente.
Esto demuestra que la mejora temporal fue circunstancial y no resultado de una estrategia ambiental efectiva por parte de las autoridades estatales. La exposición prolongada a esta situación representa un riesgo constante para la salud pública, en especial para personas adultas mayores, menores de edad y personas con asma, bronquitis o enfermedades cardiovasculares.
El Impuesto Verde Sin Resultados Claros
Mientras los niveles de contaminación aumentan, la ciudadanía continúa pagando el “impuesto verde”, promovido por el Gobierno estatal. Sin embargo, los resultados de dicha medida son prácticamente inexistentes.
La percepción general es de frustración e indignación. A más de un año de su implementación, no hay mejoras palpables en la calidad del aire.
Aunque la titular de la Agencia de Calidad del Aire, Armandina Valdez, declaró que hubo una reducción del 40% en los días sucios entre enero y septiembre de este año, los datos actuales contradicen esa afirmación.
La gente se pregunta: ¿dónde están las mejoras prometidas, Samuel?, ¿a qué se está destinando el recurso recaudado?, y ¿por qué seguimos respirando aire contaminado si pagamos más?
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